“Siempre,
Llega el enanito
Llega hasta el salón principal
Donde está el motor que mueve la luz
Y siempre allí hace su tarea mejor
El reparador de sueños”
La canción El Reparador De Sueños de Silvio Rodríguez define a la perfección mi rol como vendedora de Coterránea. Todos los días tengo la oportunidad de convertirme en ese “enanito” que va deshojando el “sueño” de mis clientes de contar con una parcela.
Cada paso entre la naturaleza es un viaje a la imaginación. No puedo sentir más fortuna de conocer los sueños de las personas y cómo proyectan su vida: “Aquí irá la casa”. “El quincho lo ponemos al lado de la piscina”. “Podemos tener en este sector una huerta orgánica”. El visitante sueña. Pero también tiene los pies bien plantados en la tierra. El sueño es perfectamente ejecutable.
Pero, vamos deshojando el sueño.
Primero es escoger la parcela. Ese es un gran desafío. Cien por ciento elección del cliente, donde mi rol es escuchar y pararlos en la mejor opción según el presupuesto y las características del terreno.
Segundo es el entorno. Una cosa es vivir en el campo, pero no desconectarse de lo urbano. Nuestros proyectos privilegian vivir en naturaleza, pero a sólo minutos de la ciudad. Este es un plus a la hora de planificar traslados.
Tercero son los valores en zonas urbanas. Hay un factor imperante en el mercado de los bienes raíces. Espacios cada vez más pequeños. Precios cada vez más altos. Pensemos en una propiedad en la ciudad emplazada en un terreno de 200m². Dos pisos y que esté pareada con el vecino. Hablamos por lo bajo 75 millones de pesos. Ahora. Si la propiedad es más grande y mejor ubicada perfectamente vale 150 millones de pesos. En una parcela de 5.000m² los costos siempre serán más bajos. No se limita el espacio y se puede construir según el presupuesto.
Cuarto es la seguridad. La realidad urbana conlleva una carga emocional que impacta el día a día. La población migrante de Santiago ha llegado a Limache, Quillota y Villa Alemana, huyendo de una ola delictual que a muchos los ha afectado en primera persona. “Estrés” es una palabra que escucho frecuentemente en estas visitas. Optar por una parcela como primera vivienda, es calidad de vida que impacta positivamente en el entorno familiar.
Quinto es la seriedad de la empresa. Grupo Inmobiliario Coterránea lleva más de 18 años en el mercado de las parcelas. Son más de 1.600 personas que han optado por la vida rural. Y no es un punto menor. Todas nuestras parcelas tienen la documentación y certificación que requieren. Estamos presentes tanto en la venta como en la postventa.
Estos puntos son los más recurrentes de mis clientes en las visitas a terreno. Aquí nace la decisión de abrazar el campo. Poder levantar una casa lo suficientemente amplia y cómoda para la familia. Crecer en naturaleza. Interconectividad. Precios accesibles. Calidad de Vida.
¿Cobra sentido? Si también estás contagiado por el espíritu neorrural. Vivir en el campo es el remedio que necesitas. Contáctame por WhatsApp. Estoy encantada de iniciar la búsqueda de este sueño contigo. Soy Guiselle Mazzo. Soy Reparador de Sueños.
