En 2020, nueve millones de norteamericanos se desplazaron por causa de la pandemia a otras ciudades. El destino eran localidades del sureste, alejadas de los centros de población. Buscaban calidad de vida.
En Chile, un estudio de UDD-Cisco concluyó que 381 mil santiaguinos salieron de la capital el 2020. La mayoría matrimonios jóvenes que reconsideraron sus prioridades en pandemia. La región de Valparaíso encabezó las preferencias de estos desplazamientos. Una decisión por una búsqueda de calidad de vida en familia y un contacto estrecho de los niños con la naturaleza. Un espacio para la tranquilidad mental y la estabilidad emocional.
Una realidad que en Coterránea percibimos por el creciente interés por adquirir una parcela de 5.000m2. Pero existe otro factor que incide en la elección de un espacio verde: el teletrabajo.
La discusión sobre una legislación en Home Office se debió implementar en estado de pandemia. Las empresas descubrieron los beneficios del teletrabajo. Costos menores. No pagar arriendo. Disminuir los tiempos de desplazamiento de los trabajadores para llegar a la oficina. Raya para la suma: Mayor productividad a distancia. Por lo que este 2022 varias empresas optaron por esta modalidad.
Se podrá trabajar desde cualquier lugar del mundo solo necesitando una conexión wi-fi. Esta ventaja permite que los empleados tengan una mejor relación con sus familias y que utilicen proactivamente su tiempo.
Así, las grandes ciudades seguirán viviendo este éxodo de familias para conectarse con la naturaleza. Villa Alemana, Limache y Quillota son destinos que comienzan a seducir a más santiaguinos. La oferta de parcelas de 5.000m2 como primera vivienda en medio de la naturaleza, a escasa distancia de los centros urbanos y a solo 90 minutos de la capital parece ser una buena decisión. El teletrabajo llegó para quedarse.