En el mundo post pandemia, las distintas industrias se han tenido que adaptar a una nueva realidad. El mercado inmobiliario no es la excepción. El encierro, el teletrabajo y la falta de espacio han señalado un comportamiento del futuro propietario:
LOS ESPACIOS REDUCIDOS
El encierro señaló la necesidad de contar con más metros cuadrados en la vivienda. Con la devolución de los fondos de AFP se invirtió en agrandar cocinas, terrazas y patios. Quien carecía de espacio para crecer, inició la búsqueda de una nueva vivienda. En el futuro las inmobiliarias deberán reconsiderar la dimensión de estas.
MENOS OFICINA. MÁS TELETRABAJO
Las empresas seguirán disminuyendo la concentración de personas en sus oficinas. Habrá estaciones de trabajo abiertas y un uso eficiente de lo existente. El teletrabajo obligó a las empresas que se adapten a la nueva realidad.
LA MIGRACIÓN DE LAS CIUDADES
La búsqueda de una mejor calidad de vida ha hecho que muchas personas migren de las grandes ciudades. Estos nuevos habitantes buscan destinos rodeados de naturaleza que les permita estar a una distancia prudente de las ciudades.

PLANIFICACIÓN URBANA
Las ciudades deberán planificarse para garantizar que sus habitantes puedan tener una vida de barrio y de calidad fuera de sus viviendas.
ACCESO A LA TECNOLOGIA
El trabajo remoto llegó para quedarse. La migración de la población a un otro destino implica contar con una buena conexión a internet. Las aplicaciones de última milla cubrirán cada vez zonas más alejadas. La Internet satelital permitirá contar con wifi desde cualquier parte del planeta.

LA VALORACIÓN DE LA NATURALEZA
La ausencia de espacios verdes, el confinamiento, las viviendas sin luz solar han valorizado la importancia de entornos rodeados de naturaleza como una parcela.